«Esta periodista, Anabel Hernández, ha hecho trabajos de investigación de primer orden, es una mujer profesional en el periodismo y valiente, es una mujer excepcional.» -Andrés Manuel López Obrador
Todo indica que en realidad AMLO no era el hombre que venía a romper el sistema criminal, sino que ha sido su Caballo de Troya, uno más de los instrumentos del Cártel de Sinaloa para culminar su plan de conquista de nuestra nación.
Esta investigación periodística está basada en decenas de testimonios recabados entre 2020 y 2024 en diversos países. En expedientes judiciales de cortes federales de Estados Unidos y documentos internos de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York y la dea relacionados con la investigación que realizaron en 2010 y 2011 sobre la campaña presidencial de AMLO en 2006. Así como en expedientes de la fgr en México. Recabé el testimonio de 20 personas clave, tanto del círculo cercano a AMLO que lo ha acompañado en su carrera política desde la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, como miembros de su equipo de campaña en 2006, 2012 y 2018. Hablé con funcionarios estadounidenses de sus hallazgos sobre la primera vez que López Obrador buscó la presidencia, así como con Nicolás Mollinedo Bastar, quien afirmó ser la persona de mayor confianza de AMLO de 2000 a 2014.
También entrevisté a cinco exmiembros del Cártel de Sinaloa en distintas ciudades y años, en su mayoría son testigos colaboradores de la justicia en Estados Unidos en diversas investigaciones en curso; otros están en cárceles pagando su condena.
Las versiones de los entrevistados coinciden y se complementan entre sí, todas apuntando en la misma dirección: en las tres campañas presidenciales de López Obrador hubo apoyo económico u operativo del Cártel de Sinaloa, con el conocimiento del ahora presidente, quien incluso habría estado presente en al menos una de las entregas de dinero.
La reconfirmación que dio punto final a mi indagatoria ocurrió a fines de 2023 y los primeros días de 2024, por eso ahora puedo publicar los resultados. No hay timing ni razón válida para posponer la divulgación de los vínculos de autoridades con el crimen organizado cuando en México estas complicidades resultan en la muerte, desaparición o sufrimiento de cientos de personas todos los días. Por eso, aquí revelo la historia secreta. -Anabel Hernández
ENGLISH DESCRIPTION
“This journalist, Anabel Hernández, has done some first-class research works, she is a professional journalist, and brave, she is an exceptional woman.” —Andrés Manuel López Obrador
It appears AMLO was not the man who came in to bring the criminal system down, but has been their Trojan Horse, just another instrument of the Sinaloa Cartel to finish their plan of conquest for our nation.
This investigative report is based on dozens of testimonies gathered between 2020 and 2024 throughout several countries. In judicial records of American federal courts and in-house documents of the U.S. Attorney’s Office for the Southern District of New York and the DEA, relevant to the research they did between 2010 and 2011 concerning AMLO’s presidential campaign of 2006. As well as Mexico’s FGR documents. I have collected testimonies from 20 key individuals, both in AMLO’s inner circle—people who have been with him through his political career, since he was head of government in Mexico City—and members of his campaign team in 2006, 2012, and 2018. I have spoken to American officials about their finds regarding the first time López Obrador ran for office, as well as with Nicolás Mollinedo Bastar, who claimed to be AMLO’s most trusted man from 2000 to 2014.
I have also interviewed five former members of the Sinaloa Cartel in different cities and on various dates, mostly witnesses collaborating with American justice on several open investigations. Others are in prison, serving time.
The statements of those interviewed coincide and complement each other, all pointing in the same direction: in all three of López Obrador’s presidential campaigns, the Sinaloa Cartel provided financial or operational support, with full knowledge of the now president, who was even present in at least one cash delivery.
I reconfirmed it with something that took place at the end of 2023 and the early days of 2024, putting an end to my inquiry, and so now I can publish my results. There is no timing nor any valid reason to postpone divulging the links between Mexican authorities and the organized crime when, in Mexico, these complicities lead to the death, disappearance, or suffering of hundreds of people every day. Therefore, I disclose the secret story. -Anabel Hernández